Prueba de esfuerzo: cómo responde nuestro corazón a un esfuerzo físico progresivo.
La ergometría o prueba de esfuerzo muestra cómo se comporta el corazón mientras se realiza una actividad física. El ejercicio hace que el corazón bombee con más intensidad y rapidez y en función de sus resultados puede indicar problemas de riego sanguíneo dentro de este músculo. Existen diferentes tipos de pruebas de esfuerzo, pero todas miden el flujo de sangre en el corazón del paciente, la presión sanguínea, el ritmo y la frecuencia de los latidos y la fuerza de las señales eléctricas del corazón.
Por qué podemos necesitar una prueba de esfuerzo
La pregunta «para qué sirve una prueba de esfuerzo» es bastante habitual. Las ergometrías se usan con mayor frecuencia para detectar cuál es la causa de los síntomas que tenemos y que pueden deberse a un problema cardiovascular. Las pruebas de esfuerzo son útiles para diagnosticar cardiopatías de diversos tipos, entre ellos:
- Enfermedad en las arterias coronarias. Se produce cuando las grasas, el colesterol y otras sustancias se acumulan en las paredes internas de las arterias del corazón.
- Angina de pecho. Se trata de un dolor o molestia en el pecho que se origina cuando no hay suficiente irrigación sanguínea al músculo cardíaco.
- Arritmia. Puede ser una señal de patologías cardíacas más graves. Es un trastorno del pulso cardíaco en el que el corazón puede latir demasiado rápido —taquicardia— o demasiado lento —bradicardia—.
- Insuficiencia cardíaca. Esta afección se caracteriza porque el corazón ya no puede bombear sangre rica en oxígeno de forma eficiente.
- Enfermedad en las válvulas del corazón. Cuando una válvula se daña o se estrecha no puede controlar el flujo de sangre que entra o sale del corazón.
- Miocardiopatía. La miocardiopatía es una enfermedad en la que al músculo cardíaco le cuesta cada vez más bombear sangre al resto del cuerpo, lo que puede derivar en una insuficiencia cardíaca.
Es recomendable acudir a un médico para la realización de una prueba de esfuerzo si se presenta alguno de los siguientes síntomas:
- Dolor de pecho o incomodidad sin causa aparente. Este síntoma puede ocasionarse debido a problemas menores como estrés emocional o acidez estomacal, o a problemas mayores como una angina de pecho o un ataque cardíaco.
- Dificultades respiratorias. Las enfermedades cardíacas también pueden resultar ser una causa de estos síntomas.
- Latidos cardíacos rápidos o irregulares. Esta es la principal causa de las arritmias.
- Sensación de mareo o aturdimiento. Este estado puede ser causado por una caída repentina en la presión arterial.
Además de aquellos momentos en los que se considera necesaria su realización por cuestiones médicas, la realización de esta prueba es recomendable cada uno o dos años. El tiempo que dura hasta su finalización total es de 60 minutos.
Cómo interpretar una prueba de esfuerzo
Para saber cómo interpretar una prueba de esfuerzo es necesario distinguir entre parámetros principales y parámetros secundarios. Los parámetros que integran la primera categoría son los siguientes:
- Consumo de oxígeno. Se define como la capacidad que posee el organismo para absorber, transportar y consumir oxígeno por unidad de tiempo. En los informes aparecerá expresado en ml/kg/min.
- Frecuencia cardíaca. Muestra la cantidad de latidos por minuto que necesita el corazón para abastecer de sangre a todo el organismo. Este parámetro es muy variable.
- Potencia. En casi todas las pruebas aparece expresada en vatios —W—.
- Velocidad. Este indicador sirve como contraste con los anteriores y viene expresado en km/h.
La combinación de todas estas variables ofrecerá un resultado más que aproximado sobre el esfuerzo que está dispuesto a tolerar nuestro corazón. Es necesario destacar que esta prueba controla todos los parámetros cardiovasculares y conlleva riesgos muy bajos.
La explicación de en qué consiste una prueba de esfuerzo radica en si esta se hace con o sin ejercicio. No obstante, los pasos principales son iguales en ambos tipos de pruebas. En primer lugar, se coloca un tensiómetro en el brazo, que permite monitorear la presión arterial. A continuación, se instalan unos electrodos para la realización de un electrocardiograma. En una prueba de esfuerzo deportiva, al paciente se le hará andar controladamente en una cinta, en algunos casos, se inyectarán unos medicamentos por vía intravenosa, de manera que estimulen su corazón.
Dónde hacer una prueba de esfuerzo
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